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19 de febrero de 2017

...y sin pedalear en Hong Kong

Aterrizamos en el que para mí es todavía el aeropuerto "nuevo" de Hong Kong, aunque fuera inaugurado en 1998, provenientes de Manila. Nuestras bicis emergieron junto al carrusel en aparente perfecto estado a pesar del (o tal vez gracias al) ligero empaquetado: un par de cartones cubriendo las partes más delicadas, un poco de cuerda sujetándolos entre sí y una bolsa protectora de un "todo a cien" japonés que deja las ruedas a la vista. Parece que así los que gestionan el equipaje saben que son bicis y las tratan con más cariño que si van camufladas en cajas.

Un magnífico, excelente, maravilloso tren construido por CAF, nos llevó a nosotros y a nuestras bicis al barrio de Central, donde nos esperaba Alejo, amigo y exjefe de los tiempos de Lladró, que vive en Hong Kong casi desde antes de que llegaran los ingleses en 1841. Nos alojamos en un apartamento perteneciente a su cuñada, sin mueble alguno pero bastante céntrico y con lo necesario para estar estupendamente unos días... ahorrandonos el hotel, que no es moco de pavo en una ciudad tan cara como Hong Kong. Mgoe sae!

De CAF Beasain a Hong Kong allá por el año 97-98
Llegamos a esta ciudad durante los últimos días de celebración del año nuevo chino, el año del gallo (o de la gallina, que el chino no tiene género). Son días que se aprovechan para reunirse con la distante familia o para irse de vacaciones, así que esas primeras jornadas las calles estaban bastante más tranquilas que lo habitual, aunque no desiertas como un agosto madrileño. Entre otras cosas como comer y beber, durante estos días los hongkoneses se entregan los famosos lai see, esos sobrecitos rojos decorados con auspiciosos símbolos de felicidad, salud y riqueza y, lo más importante, con dinero dentro. Es una costumbre practicada allá donde haya chinos en el mundo, pero aquí se lleva al extremo: nada menos que 320 millones de sobrecitos intercambian manos estos días, una cifra asombrosa y no sé si bien calculada para una población de unos 7 millones en la antigua colonia británica. Sale a más de 45 sobres por cada persona, incluidos los niños... Además, como a la gente le gusta meter billetes nuevos en los sobres, la autoridad monetaria imprime 200 millones de billetes para la ocasión. Tela.

Quemando barritas de incienso a tutiplén
Durante esos días los hongkoneses sacan la poca religiosidad o espiritualidad que les queda y visitan los templos para, supongo, pedir un buen año a quien sea, no sé a quién. La cola para entrar en el atractivo templo de Man Mo llegaba hasta una calle vecina, el templo estaba abarrotado de gente, y su aire punto menos que irrespirable de la cantidad de incienso que estaban quemando. Los currelas del templo no daban abasto retirando los palitos.

Los gallos y el color rojo estaban por todas partes decorando todo lo decorable, así como los naranjos y mandarinos, que son, como ya sabéis, frutas originarias de China. No en vano en alemán la naranja se llama Apfelsine (en el sur de Alemania se usa más la palabra Orange), o manzana china.

Las filipinas de fiesta en sus "reservados" pasando el rato con las amigas
Estos días de fiesta, así como cualquier domingo del año, grupos de filipinas y, algo nuevo para mí, de indonesias, toman todo el barrio de Central al asalto. Hay 340.000 empleadas de hogar extranjeras en Hong Kong, aproximadamente 55% filipinas y 45% indonesias. Además de comida, alojamiento y el viaje a Hong Kong, las empleadas cobran un mínimo de 520€/mes, mucho más de lo que ganarían en sus países. Total, que plazas, pasadizos, calles cerradas al tráfico y, en fin, cualquier hueco disponible se llena de miles y miles de mujeres (y algunos pocos y muy solicitados hombres) que se dedicarán durante horas a charlar, cocinar, cantar karaoke, bailar, hacer gimnasia o, en fin, pasar el rato.

Los días en el territorio los dedicamos a pasear, recordar lugares, conseguir visados y hacer recados. Nada, en fin, que merezca vuestra atención. Estábamos tan atareados en no hacer nada, que, salvo una excursión andando al Peak, prácticamente no tuvimos ni tiempo para visitar los parques y las zonas de naturaleza de Hong Kong. El 70% del territorio es parque, tienes estupendas playas a solo media hora y hay mil lugares en los que estar solo, lejos del caos de la ciudad.

En cualquier caso, el highlight de nuestra estancia en Hong Kong fue una cena en casa de Alejo y Florence a base de cordero, tortilla de patata, embutidos y vino rico, que recordaremos durante mucho tiempo.

Tiendas de marcas también a tutiplén
Tal vez esta ciudad esté en una lenta decadencia iniciada tras su devolución a los chinos (a la República Popular China, se entiende) en 1997 y exacerbada por la apertura de China al mundo y, sobre todo, de ciudades como Shanghai, Beijing o Guangzhou, que hacen que el histórico papel de intermediario de Hong Kong entre China y el mundo sea menos necesario. Tal vez. Pero lo que se ve son los centros comerciales de lujo, los cochazos, la ropa, los casoplones, el consumo, el exceso. Desde luego, la ciudad es cara, sobre todo comparada con casi todo lo que la rodea.

La arquitectura es toda espectacular, aunque por diferentes motivos. Mientras unos edificios lo son por su enorme tamaño, modernos materiales y apariencia futurística, otros llaman la atención por el estado de decaimiento, decrepitud, mugre y goteantes aires acondicionados. Pero poco a poco (o no tan poco a poco) todo es renovado, hasta el punto de tener problemas para reconocer uno de los barrios en donde viví tampoco hace tanto tiempo, pues quedan pocos edificios de mi época en pié.

Desde Hong Kong nuestra intención es pedalear hasta las montañas de Guangxi (Guilin, Yangshuo, etc) y desde ahí hasta Vietnam. Pero esto ya os lo contaremos en la siguiente entrada...

Un abrazo
Rascacielos, tiendas de lujo, y tranvías... Hong Kong downtown

El año del gallo, y por tanto gallos a tutiplén. Este era el del centro comercial Time Square

Venta en el exterior de una carnicería de carne ya cocinada

El Lippo Centre, dos torres de 172m y 186m apodadas como el árbol koala, porque parecen koalas abrazados a un árbol (aquí trabajó Hugo su primer año en Hong Kong)

Un paso subterráneo en pleno barrio Central de Hong Kong, plagadito de Filipinas pasando el rato en los días de fiesta de Año Nuevo. Comen, se dan masajes, se tiñen el pelo, se echan la siesta, juegan a cartas, hablan con la family...

Estas jugando al bingo!

Calles de Hong Kong

Tranvías de Hong Kong. Son todos de doble piso. Este sistema de transporte lleva en funcionamiento  más de 100 años y es baratísimo. Algo más de dos hongkones por viaje, unos 40 céntimos de euro.

A la izquierda el rascacielos más alto de Hong Kong, el Centro Comercio Internacional con sus 484 metros. Tuvieron que reducir la altura del proyecto inicial (574m) por una regulación que impedía que fuera más alto que las montañas circundantes! Está en Kowloon, enfrente de la Isla de Hong Kong o Isla Victoria

Para cruzar a Kowloon usábamos el metro, o el Star Ferry, a la derecha en la foto. En Hong Kong nos hicimos con una "Octopus Card", una especie de monedero con el que pagar todo tipo de transporte, y que también puede utilizarse en muchos restaurantes y tiendas.

Hong Kong Island al anochecer, vista desde Kowloon. La torre más alta fue a la que subimos, "Two Internacional Finance Centre", la segunda más alta de Hong Kong con sus 415 metros. En Lara Croft Tomb Rider, Lara salta desde ella a un barco en la bahía (la torre estaba aún es construcción), y en El Caballero Oscuro, Batman salta de esta a otra torre.

Que no he acabado con los rascacielos! Ese alto es el Central Plaza de 374 metros, en Wan Chai. El tercero más alto de Hong Kong. Como curiosidad, contiene la iglesia más alta del mundo. A sus pies en la foto (en la realidad está algo más lejos), el Centro de Convenciones, construido sobre terreno reclamado al mar.

Anuncios de Hong Kong

Vistas desde el Victoria Peak

Un guardián del templo. Le habían quemado los bigotes!

La tradicional danza del dragón yendo tienda por tienda en Stanley, donde les recibían arrojándoles trozos de lechuga. Por lo visto el color verde de la lechuga significa esperanza y fe, que junto con la energía representada por el color rojo de cintas y sobres, lanza el mensaje de que el trabajo hecho con energía y esperanza lleva al éxito. Clarito, no? ;)

Indonesias, filipinas, chinas.... todos al metro

Os he dicho que me flipan los tranvías de Hong Kong?

Más calles de Hong Kong

Las escaleras mecánicas más largas del mundo. Casi un kilómetro, y están cubiertas! Del distrito de Central al de Mid-Levels. Construídas hace 24 añitos para facilitar el acceso a todas esas viviendas a media ladera. En la foto la cogíamos por segunda vez, esta para visitar a Mark.

¿Os suena este chico? Es Mark, un americano que conocimos en una casa tibetana en Ladakh hace más de un año y que ahora ha regresado a vivir a Hong Kong. Mark también estaba de viaje laaaargo cuando le conocimos, pero frente al resto de cicloviajeros que hemos conocido, incluídos nosotros, que van de A a B, Mark hizo un viaje a mi parece más interesante, eligiendo sitios y propósitos diferentes (con la bici por India, curso de español en México, bici por los países escandinavos, bici por Laos y Camboya, viaje de un mes por EEUU,....)

En Hong Kong uno puede alquilarse un tranvía entero para irse de fiestuki con los amigos, planazo, no? Nada de taxis después de las copas, en tranvía a casa!
En Hong Kong comimos muy bien, hasta estuvimos en un restaurante de una estrella Michelín. Como nos hicieron saber las estrellas Michelin de Hong Kong no son como las de la tierra, pero a quien no le hace ilusión poder comer en uno de esos restaurantes por diez euros el plato de noodles!
Alejo, un gustazo conocer a los amigos de Hugo en esta parte del mundo. Con todo lo que hizo por nosotros y hasta se vino a despedirnos con embutidos! 
Y ya en el ferry cruzando de la Isla de Hong Kong al continente
Hong Kong es todo esto, pero nosotros apenas salimos de la Isla de Hong Kong

10 comentarios :

  1. brilliant! ¡Conocí a Mark en Dhankar Gompa!

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    1. It is a small world, isn't it? The famous "six degrees of separation" become two or three degrees in the bicycle touring world...

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    2. it is, a community of excellent folk. Mostly.. :-)

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  2. Memories....antiguas y máss recientes😄😄😄😄😄
    Salu222222

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  3. ¿Sigue existiendo el turf enfrente de donde vivias cuando te visite en 1995? Era happy Valley, creo... IRZ

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    1. ¿1995? Somos unos ancianos. ¡Buena memoria! Sí, ahí sigue...

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  4. Hugo y Bego, un placer conocerlos allá llegando a Xinping y felicidades por esta gran aventura!!! Recuerden que son bienvenidos en México. Un abrazo!!!

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    1. Gracias Ismael! El gusto fue nuestro. Espero que te unas al pelotón cuando lleguemos a Mexico...
      Abrazo!

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  5. Buen viaje para vosotros y ya sabéis dónde aparcar la bici por unos días si volvéis or aquí (encontraremos otro hueco en algún lugar, la familia de Florence me sigue sorprendiendo cada día). Alejo.

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