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31 de julio de 2014

Por tierras teutonas

En la última entrada os dejamos con "vin et fromage" y ahora os saludamos con "Bier und Wurst". Sí, nuestras abnegadas piernas han pedaleado hasta los países germanos.

Lo decimos así, países germanos en plural, porque además de Alemania hemos pisado en varias ocasiones -estas fronteras son muy porosas- tierras helvéticas y mañana cruzaremos la frontera a Austria.

La Alemania del sur por la que hemos viajado es la quintaesencia de lo "típicamente alemán": las cervezas de medio litro, los pantalones de cuero (los folclóricos Lederhosen, ¿eh?, nada de sadomaso en la conservadora y católica Baviera), los bosques de pino, lagos y montañas, las blancas y recargadas iglesias barrocas, los pueblos de cuento..., y el maldito dialecto alemán del sur que no lo entiende ni su padre.

20 de julio de 2014

Que al pan lo llamen "pain", vale; que al vino lo llamen "vin", bueno...

... pero que al queso, que sabe a queso y que se ve claramente que es queso, lo llamen "fromage", no tiene ni pies ni cabeza, ¿no?

Viñedos de Borgoña bajo amenaza de tormenta
Efectivamente, se nos está ablandando la sesera. Será por tanto pedaleo, todo el tiempo bajo el sol, ya se sabe. Tanto es así que, en fin, no se lo digáis a nadie pero..., nos da un poco de vergüenza reconocerlo..., hasta nos están cayendo bien los franceses. Ea, ya está dicho. Tremendo, ¿no? ¿Será algún virus que habremos pillado por ahí?

Lo cierto es que la gente saluda al ciclista durante todo el día -bon jouuuur-, con ese canturreo tan francés; en las tiendas son amables y serviciales; la gente te ayuda a encontrar las rutas; en los bares se enrollan contigo preguntando por el viaje,... En fin, que la gente es maja. Será verdad esa leyenda que dice que los inaguantables son los parisinos...