El plan es muy sencillo: una empresa -en nuestro caso, Rogles Aventura- te alquila el material, te sugiere el número y la distancia de las etapas, dónde parar para comer y dormir, se encarga de reservar alojamiento y el lugar en donde dejar las piraguas cada tarde hasta la mañana siguiente, te indica qué ver o hacer, te recoge el último día y te devuelve al origen,... y a uno solo le queda lo más sencillo, esto es, remar río abajo.
28 de julio de 2025
Remando por el Ebro
La idea de bajar parte del Ebro en piragua no podía haber surgido en un ambiente más diferente. Un amigo, Gus, nos lo comentó en mitad del desierto de Sahara, en el sur de Argelia. Sería la ausencia de agua lo que nos hizo pensar en ella. En cualquier caso, el plan nos atrajo enseguida, por su simplicidad, por viajar haciendo ejercicio, por hacer algo diferente, por los paisajes que ya adivinábamos que íbamos a disfrutar. Acertamos.
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